ARQ: Un cuestionario que influye en la política de drogas

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Solo formulando las preguntas correctas es posible obtener respuestas concretas orientadas a los objetivos. Esta regla también es aplicable a la política internacional de drogas, y especialmente al Informe Mundial sobre las Drogas, que se publica anualmente. Los datos usados en este informe se recopilan mediante un cuestionario enviado por la UNODC a los Estados miembros. El GPDPD contribuyó a la revisión del cuestionario a fin de adaptarlo a la reciente evolución de la situación mundial de las drogas. El objetivo es crear la base de evidencias necesaria para una política de drogas humana y orientada al desarrollo. La versión revisada fue adoptada por la CND en marzo de 2020, un paso importante hacia una política global de drogas más sostenible. 

Los datos sobre consumo, cultivo y tráfico de drogas que se recopilan a nivel mundial determinan en gran medida la manera en que la política reacciona a estos fenómenos. En este sentido, es fundamental qué tipo de cifras y hechos se registran. La diferencia puede ser considerable: ¿se cuenta solo con información sobre incautaciones de droga y superficies de cultivo destruidas? ¿O se recopila también datos sobre la situación de los ingresos de los agricultores y agricultoras de pequeña escala, así como sobre la eficacia de los programas de desarrollo alternativo? Centrarse exclusivamente en el primer tipo de datos propicia a menudo una respuesta represiva y militar por parte de los Gobiernos, así como la criminalización de los agricultores y agricultoras de pequeña escala, que se ven obligados al cultivo ilícito debido a la pobreza. En cambio, prestar atención a lo segundo permite un enfoque de política de drogas más centrado en las personas, que revele las causas de los cultivos ilícitos y la producción de drogas y que, además, sea capaz de generar alternativas económicas.

La base de datos más importante

El documento más importante que resume los últimos avances en materia de política de drogas es el Informe Mundial sobre las Drogas publicado anualmente por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (United Nations Office on Drugs and Crime, UNODC). Este se basa en información recaudada mediante el cuestionario para los informes anuales (Annual Report Questionnaire, ARQ). Cada año, la UNODC envía este cuestionario a todos los Estados que han ratificado las convenciones y los convenios internacionales sobre control de drogas. Tras varias décadas en las que el debate político había venido incorporando tímidamente nuevos planteamientos a la política de drogas, en particular el Período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS) celebrado en 2016 supuso un cambio de paradigma. Como principios rectores se establecieron el respeto de los derechos humanos, el mejoramiento de la salud pública y el fomento del desarrollo alternativo.

Énfasis en las medidas, pero no en sus consecuencias

En este contexto, surgió un debate crítico sobre el enfoque del cuestionario ARQ. En el pasado, este se centraba, dentro del ámbito del cultivo de plantas destinadas a la producción ilícita de drogas, sobre todo en la superficie total de los cultivos ilícitos y en la superficie total destruida. Sin embargo, la destrucción de los cultivos ilícitos siempre acarrea consecuencias negativas para los agricultores y agricultoras de pequeña escala afectados, consecuencias que no se tematizan ni se visibilizan en el cuestionario. Si no se crean nuevas perspectivas de ingresos, las medidas represivas destruyen también los medios de subsistencia de las personas, dando lugar a más miseria.

Una revisión pendiente

Por lo tanto, ya se estaba debatiendo una reforma del cuestionario en relación con los objetivos en materia de política de drogas resultantes de las decisiones del UNGASS. La UNODC recibió el mandato de revisar el cuestionario con la participación de la comunidad internacional. Los indicadores futuros no solo han de evaluar el resultado de las medidas estatales de control de drogas, sino también considerar hasta qué punto la ejecución de estas medidas están en conformidad con los acuerdos establecidos en el UNGASS y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Una política de drogas sostenible debe salvaguardar los derechos humanos y fomentar el desarrollo.

 

La incorporación de preguntas innovadoras en la recopilación de datos puede constituir la base para formular una política de drogas que ponga a las personas en el centro. Al incluir enfoques de promoción de la salud pública, el desarrollo alternativo y la lucha contra la pobreza, se puede dar mayor importancia a esos aspectos en el diseño de la política global de drogas.

Mejorar la base empírica para la política internacional de drogas

En 2018 y 2019, la UNODC organizó dos talleres de expertos y expertas para la revisión del cuestionario. Con el objetivo de debatir sobre los indicadores de este, se congregaron en Viena representantes gubernamentales y organizaciones internacionales. El Programa Global de Políticas de Drogas y Desarrollo (Global Partnership on Drug Policies and Development, GPDPD) apoyó este proceso de reforma junto con otros Gobiernos europeos y la Unión Europea, y participó en los Encuentros de Expertos y Expertas por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania. El GPDPD contribuyó a la reformulación del cuestionario, en particular, con su conocimiento y experiencia en el desarrollo alternativo.

 

Después de varios años de elaboración de la nueva versión del cuestionario y de su ensayo en algunos Estados, la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (Commission on Narcotic Drugs, CND) en su 63º período de sesiones ha adoptado la nueva versión del cuestionario.  El nuevo cuestionario contribuirá a proporcionar a la comunidad internacional datos más significativos para ayudar a encontrar respuestas sostenibles al problema mundial de las drogas.