Malaui

El cannabis es un cultivo importante en África. Proporciona ingresos a las comunidades rurales y a las personas que lo distribuyen y venden en zonas urbanas. Sin embargo, la mayor parte de estos ingresos todavía proviene de actividades ilícitas. Actualmente, se estima que el 25% del cannabis comercializado a nivel mundial se produce en el continente. Malaui es uno de los mayores productores de cannabis en el sur de África.

Mientras tanto, el país enfrenta desafíos económicos debido a la drástica disminución de la demanda de tabaco, su principal cultivo de exportación. Por lo tanto, el cannabis sirve como una importante fuente de ingresos para las comunidades agrícolas rurales en áreas donde la agricultura legal se ha vuelto económica o ecológicamente insostenible. Debido a la persistente ilegalidad, los productores han tenido que cultivar pequeños campos en áreas inaccesibles para evitar prosecución penal, lo que a menudo complica su acceso a los servicios públicos básicos y, a veces, también perjudica el medio ambiente en estas zonas.

En 2020, sin embargo, Malaui dio un paso importante al modificar su legislación sobre el cannabis en una búsqueda para explorar nuevas vías ecónomicas. La nueva ley abrió el camino para el cultivo, la producción, el procesamiento y la exportación legal de cannabis medicinal, así como de cáñamo con fines industriales. Con la Autoridad Reguladora del Cannabis (CRA), la ley también estableció una nueva entidad para supervisar este mercado naciente.

Cadenas de valor sostenibles y equitativas

A medida que Malaui se esfuerza por nuevas oportunidades económicas, la participación en la cadena de valor mundial del cannabis medicinal podría ser un camino prometedor a seguir. El mercado de productos de cannabis medicinal de alta calidad está creciendo rápidamente a escala mundial. Según expertos, movió US$ 9 mil millones en 2020 y podría llegar a US$ 49 mil millones en el 2028.

Además de su uso medicinal, el cannabis y el cáñamo son productos versátiles cada vez más buscados que se pueden utilizar en textiles, materiales de construcción, aceites cosméticos y para muchos otros fines. Al participar en esta cadena de valor global, Malaui podría diversificar su economía y apoyar a los pequeños agricultores de cannabis en su transición hacia medios de vida lícitos. Los productos de cáñamo también pueden comercializarse y utilizarse en el mercado interno y, por lo tanto, pueden sustituir a algunos productos actualmente importados.

Fundamentalmente, Malaui ofrece condiciones respetuosas con el medio ambiente para el cultivo de cannabis al aire libre, que consume aproximadamente un 98% menos de energía, requiere menos fertilizantes – lo que reduce el costo de producción, ya que los precios de fertilizantes son muy altos en el país – y emite menos gases de efecto invernadero en comparación con el cultivo en interiores. El cultivo de cannabis tiene una larga tradición en Malaui y muchas comunidades agrícolas rurales están dispuestas a contribuir con sus conocimientos y formar parte de la transformación del país hacia un mercado de exportación legal.

¿Cómo apoya el GPDPD?

Esta transformación, sin embargo, requiere más apoyo, infraestructura y capacidades institucionales. Los sistemas de apoyo administrativo para las nuevas cadenas de valor aún se encuentran en su etapa inicial. Sin embargo, los cultivadores de cannabis de Malaui necesitan acceso a conocimientos técnicos, semillas y muchos otros insumos.

Sin capacidades industriales, condiciones de inversión favorables, así como acceso a la tierra y servicios financieros, los agricultores rurales corren el riesgo de ser excluidos del nuevo mercado legal. Para garantizar la participación de las comunidades rurales, es necesario contar con una infraestructura de apoyo adecuada. Por esta razón, Malaui ha estado buscando orientación sobre qué políticas adaptar y qué medidas reglamentarias tomar.

Desde el año 2023, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), el GPDPD ha estado trabajando con Malaui para apoyar a las incipientes instituciones del país en materia de cannabis, especialmente la Autoridad Reguladora del Cannabis (CRA). Nuestro objetivo es proporcionar asesoramiento estratégico y desarrollo de capacidades para fortalecer la experiencia interna de las autoridades de Malaui, al tiempo que garantizamos la inclusión de los pequeños agricultores y las partes interesadas responsables del sector privado en el proceso. El objetivo final es establecer una cadena de valor de cannabis equitativa y sostenible en Malaui que ofrezca nuevas oportunidades para todos. Con las políticas adecuadas, los pasos regulatorios y una infraestructura de apoyo, Malaui podría convertirse en un jugador líder en el mercado mundial del cannabis.