EL BBF EN GINEBRA – UN ENTORNO PROMETEDOR

Liderado por el GPDPD junto con el gobierno de los Países Bajos, Noruega y sus socios IDPC y TNI, el BBF se ha establecido durante los últimos cinco años como una plataforma que promueve con éxito el dialogo internacional sobre políticas de drogas, en preparación de las sesiones anuales de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas. El foro de este año tuvo como objetivo promover la coherencia entre las políticas de control de drogas y las de derechos humanos, a través del intercambio entre expertos y las instituciones interesadas de las Naciones Unidas en Viena y Ginebra. De esta manera, se busca avanzar en la implementación de una Posición Común del sistema de las Naciones Unidas en materia de drogas.  Por primera vez, este BBF foro fue organizado juntamente con Suiza.

Fortalecer el dialogo es crucial

Según Helen Clark, directora de la Comisión Global de Políticas de Drogas, este tipo de cooperación es esencial: "Un enfoque equilibrado sobre el tema de drogas y las políticas de drogas solo se puede lograr si existe una cooperación más fuerte entre las organizaciones de la ONU. Fortalecer el diálogo entre Viena y Ginebra es imprescindible para formular respuestas globales coherentes y eficaces a los desafíos relacionados con las drogas ". El BBF está creando puentes justo aquí.

Las Directrices Internacionales sobre Derechos Humanos son el mejor instrumento

Las consecuencias de décadas de políticas de drogas principalmente represivas, incluyendo la criminalización de los consumidores de drogas, detenciones masivas, ejecuciones extrajudiciales y sentencias de muerte, son una realidad en muchas partes del mundo y hacen más daño que bien. El veinte por ciento de las personas encarceladas a nivel mundial están en prisión por delitos menores relacionados con drogas, lo que genera graves consecuencias sociales y económicas. Además, los servicios sociales y de salud están severamente limitados en muchos países, ya que las políticas de drogas ignoran el enfoque de reducción de daños y, por lo tanto, ignoran la salud y el bienestar de las personas y las comunidades.

Hace dos años fue una novedad, aunque estaba pendiente hace mucho tiempo, la presentación de las Directrices internacionales sobre derechos humanos y políticas de drogas a la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas. Ilze Brand Kehris, Secretaria General Adjunta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), subrayó que estas directrices representan la mejor herramienta para apoyar a los estados en la implementación de sus compromisos con los derechos humanos de acuerdo con la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas (UNGASS) de 2016. Y: "No tenemos ninguna duda de que las políticas humanas e integrales que respetan la dignidad, el desarrollo, los derechos humanos y la justicia reducirán la demanda y la oferta de drogas y protegerán la salud".

Ginebra es la capital de las organizaciones mundiales de derechos humanos

Helen Clark pidió a las instituciones de derechos humanos en Ginebra que trabajen más estrechamente con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para ayudar a los países a abordar tanto las principales violaciones de derechos humanos como los problemas de acceso a los medicamentos controlados. Durante la última década, se ha debatido en Ginebra un número cada vez mayor de cuestiones de política de drogas, en particular las relacionadas con los derechos humanos. Sin embargo, aún quedan muchos temas por debatir. El BBF en Ginebra continuará fomentando aún más el debate y mejorará la inclusión de los derechos humanos en las políticas de drogas.

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