Realidades multidimensionales de los problemas relacionados con las drogas en África

El Informe Mundial sobre las Drogas (WDR) 2021 puso de relieve una preocupación emergente en el continente africano: Los países africanos no sólo se ven afectados por el tránsito de drogas, sino también por su consumo. Se prevé que el número de consumidores de drogas aumente un 40% de aquí a 2030. Esta evolución urge a adoptar medidas alternativas frente a políticas represivas en materia de drogas, que han demostrado no haber atajado las economías ilícitas como se había prometido. El Drugs and Development Hub (DDH) destaca los debates centrados en las personas y basados en evidencia en el contexto específico africano.

África se ha convertido en uno de los principales actores del mercado mundial de la droga, con una presencia cada vez mayor de redes internacionales de delincuencia organizada y organizaciones delictivas transnacionales. El continente también se enfrenta a niveles crecientes de producción y tráfico de drogas ilícitas. En las últimas décadas, la heroína se ha expandido por muchas regiones del continente a medida que proliferaban las redes de microtráfico. La cocaína, por su parte, es razonablemente nueva: originalmente en tránsito por las costas occidentales, en los últimos años se ha abierto paso por algunos países norteafricanos al tiempo que la de origen andino se abre camino hacia Europa y más allá. Sin embargo, cada vez son más las cantidades de cocaína que transitan por las costas meridionales y orientales, tanto para el transbordo como para el consumo doméstico.  La metanfetamina también es relativamente reciente, ya que se produce en África meridional desde principios de la década de 1990, pero ahora también se produce en África occidental, y se consume bastante en África meridional y oriental.

Este desarrollo se ha visto impulsado por el crecimiento económico, la inestabilidad política, la debilidad de las estructuras de gobierno y la porosidad de las fronteras, que han facilitado el acceso de estas sustancias a los mercados. Además, la pobreza ha provocado un aumento del consumo de drogas en África lo que también ha contribuido a agravar los problemas existentes relacionados con la salud, la delincuencia, la educación y el empleo.

Al mismo tiempo, cada vez se consumen más sustancias de muy diversa índole en todo el continente. Sin embargo, la información disponible sobre el consumo de drogas ilícitas en África suele basarse en especulaciones: los datos disponibles son limitados debido a la falta de investigaciones realizadas en esta región. Esto dificulta la identificación de patrones o la extracción de conclusiones sobre la extensión de estos problemas en todo el continente.

Además, el VIH/SIDA es uno de los problemas de salud pública más graves a los que se enfrenta África. Según el WDR 2022, entre las personas que consumen drogas en África en 2020, el 11% vivía con el VIH. Los tabúes culturales que rodean el abuso de sustancias pueden impedir que las personas busquen ayuda o informen de sus experiencias con las drogas. En consecuencia, gran parte de lo que sabemos sobre el consumo de drogas en África procede de pruebas anecdóticas más que de datos y cifras concretos. No obstante, algunas cifras concretas subrayan la importancia de este tema, entre ellas:

Dada la diversidad de los problemas y la complejidad de los mercados es poco probable que una respuesta política homogénea produzca resultados positivos. El DDH hace hincapié en respuestas más complejas y multidimensionales basadas en un compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidas respuestas basadas en el desarrollo rural y urbano, la reducción de daños y la protección de los derechos humanos.

El DDH proporciona una plataforma para permitir el debate continuo en torno a cuestiones multidimensionales relacionadas con las drogas y pretende fomentar nuevas investigaciones sobre drogas y desarrollo en el continente. Para ello, la DDH ha estado desarrollando su presencia en línea y en las redes sociales, incluyendo la producción de una serie de podcasts y vídeos, y un número especial del Journal of Illicit Economies and Development -una revista académica de acceso abierto-, así como una mezcla de eventos en línea abiertos, y otros sólo con invitación.

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