Acuerdos internacionales sobre igualdad de género

Dado que las realidades particulares de mujeres y hombres suelen ser muy diferentes, las estrategias políticas deben tener en cuenta estas diferencias a la hora de abordar el cultivo, el tráfico y el consumo de drogas. Esto se deriva no solo de las circunstancias reales, sino también de múltiples acuerdos alcanzados a nivel global sobre la igualdad de género.

La igualdad de derechos de mujeres y hombres se encuentra consagrada en el tratado fundacional de la comunidad internacional de Estados de 1945, la Carta de las Naciones Unidas. Posteriormente, diversos pactos de derechos humanos concretaron este compromiso, que pasó a ser jurídicamente vinculante con la ratificación de los pactos de los Estados signatarios. En 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, además, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

 

En la política internacional de desarrollo encontramos asimismo declaraciones claras en favor de un decidido compromiso con la justicia de género. En la Agenda 2030, este compromiso aparece como objetivo transversal en todos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (Sustainable Development Goals, SDGs). El SDG 5, además, está dedicado a “Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Este también es uno de los principios de la política alemana de desarrollo: “Igualdad de derechos, igualdad de obligaciones, igualdad de oportunidades e igualdad de poder entre mujeres y hombres”.

 

También la política de drogas internacional ha formulado recomendaciones a partir de este marco. En el Documento final del período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el problema mundial de las drogas (UNGASS) celebrado en 2016, se estableció que las diferentes realidades de mujeres y hombres han de tenerse en cuenta en la elaboración, ejecución y evaluación de los programas y políticas en materia de drogas.

“Incorporar la perspectiva de género en los programas y políticas en materia de drogas y asegurar la participación de las mujeres en todas las etapas de su elaboración, ejecución, seguimiento y evaluación, formular y difundir medidas que tengan en cuenta las necesidades y circunstancias específicas de las mujeres y las niñas en relación con el problema mundial de las drogas y que sean adecuadas a su edad y su género, y, en cuanto Estados partes, aplicar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer”.

 

Documento final del UNGASS 2016.